Ya sabemos lo que pasa a veces con el que actúa distinto al grupo en la escuela: es víctima de burlas, de insultos e incluso de agresiones físicas. Palo no puede huir de la brutal agresión a la que lo someten Facu, el líder de la división, y sus seguidores.
Incapaz de resolver la situación de bullying en que ha caído, se encierra en los ritmos ancestrales de la música. En la casa de Ciro, su profesor de percusión, Palo encuentra dos tambores africanos. Ciertas lecturas le indican que esos instrumentos sagrados poseen la capacidad de causar daño a los enemigos. Y su deseo de venganza es tan fuerte que, a pesar del miedo, no duda en ir al cementerio para conseguir huesos humanos y ejecutar un ritual que solo puede terminar de una manera: La peor We already know what sometimes happens with those who act differently from the group at school: they are the victim of ridicule, insults and even physical attacks. Palo cannot escape the brutal aggression to which Facu, the leader of the division, and its followers.
Unable to resolve the bullying situation into which he has fallen, he locks himself in the ancestral rhythms of music. At the house of Ciro, his percussion teacher, Palo finds two African drums. Certain readings tell you that these sacred instruments possess the ability to deal damage to enemies. And his desire for revenge is so strong that he, despite his fear, does not hesitate to go to the cemetery to get human bones and perform a ritual that can only end in one way: The worst