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La historiografía mexicana se encuentra en el trance de cuestionar los elementos de un mito que ha sido la creación de los historiadores clásicos y de los teóricos del desarrollo, a fin de construir otro modelo que permite un mejor acercamiento a la realidad histórica. A mediados de la década de 1950, Chevalier y Borah postularon ciertas hipótesis sobre la naturaleza de la sociedad novohispana, las que teóricos como Galeano, Frank Furtado o De Janvrye historiadores como los Stein simplificaron y llevaron a la exageración en el pensamiento colectivo. Un aspecto importante de la reorientación actual es la revisión del papel asignado dentro de las reconstrucciones teóricas, a la gran propiedad territorial, a la pequeña propiedad territorial, a las comunidades indígenas y a los mercaderes novohispanos. Esta copilación contiene doce capítulos que resaltan la complejidad y el carácter multidiferencial de la economía novohispana. Se analiza la participación de los distintos grupos sociales: los comerciantes, los empresarios agrícolas, los empleados públicos y los habitantes de los pueblos de indios. Se comprueba que en la economía del México colonial no existió división entre un sector "español" y un sector "indígena", éstos se encontraban integrados entre sí. El lector tendrá la posibilidad de profundizar sus estudios gracias a la extensión de las notas y las referencias bibliográficas.