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El tema es inmenso, y todavía es demasiado pronto para que se puedan sacar conclusiones sólidas; y sobre todo el desarrollo desigual de sus dos partes dificulta particularmente las comparaciones. En efecto, desde hace poco tiempo la ciencia de las sociedades animales, y sobre todo la de las socie dades de monos, ha hecho progresos fulminantes (se habla con toda la razón de una "explosión" de la primatología). No se puede decir lo mismo de la sociologia humana, para la que todavía se busca una definición. En opinión de los biólogos, está sobre todo embrollada en una logomaquia que le impide progresar y sometida a un método que acu mula los a priori. Lo digo desde ahora y lo repe tiré sin cansarme: la observación debe preceder a la hipótesis, tanto en el caso de los animales como en el de los hombres. En lo concerniente a los úl timos, aún estamos lejos de esto. Por lo cual, y me excuso por ello, la comparación va a malograrse a menudo en las páginas siguientes. Pero tal vez no sea una tarea inútil la de hacer comprender al lec tor, aunque sea brevemente, hasta qué punto nos faltan materiales en sociologia humana y por qué, cuando los tenemos, advertimos su poca calidad. La comprobación de esta carencia (que sería fácil remediar) será asi lo creo el mejor fruto que se pueda sacar de estas pocas páginas.